Estos últimos tres meses han sido una montaña rusa de emociones. Pero si soy sincera todo 2019 ha sido un año raro. He tenido victorias personales muy padres pero momentos bajos muy deprimentes.
Una de las grandes victorias del año fue que al fin
¡¡termine el primer tratamiento de mi novela!!
Esto pasó a mediados de octubre y no podría estar más feliz. Me tomó un poquito más de un año y medio terminarla, lo cual considero una gran victoria. Ahora sigue el siguiente paso (y el más importante): la corrección.
Ya que no tengo pendiente mi primer novela, ya podré retomar los mil proyectos de escritura que tengo abandonados… incluyendo este blog.